El miedo al dentista es algo bastante habitual en los pacientes, pero un buen control de la situación, y pensar que el resultado va a ser totalmente exitoso, son algunas de las claves para al menos, aceptar que un tratamiento de odontología no es más que un proceso necesario para conseguir una salud dental inmejorable.
En ocasiones, los pacientes con solo imaginar que han de ir al dentista, comienzan a sentir ansiedad, y suele ocurrir que finalmente no acuden a la cita, por lo que la salud de los dientes se va deteriorando con el tiempo, hasta que resultará imposible dejar de ir, y puede que en ese caso, si que sea traumático. Para que eso no suceda, debe tomarse el ir al dentista, con calma y determinación, y saber que ir al odontólogo forma parte de un proceso necesario de chequeo de la salud, que se agradecerá una vez experimentado dicho momento.
Desde nuestra clínica dental en Alicante, queremos que nuestros pacientes se sientan seguros y confiados desde el primer momento en nuestros sillones de odontología, y por eso les ofrecemos unas claves básicas para alcanzar esa meta, y además nos ponemos a su entera disposición en el siguiente enlace con nuestros datos de contacto.
En una revisión habitual, el paciente puede estar sentado en el sillón una media aproximada de 20 ó 30 minutos, si se incluye algún tratamiento de empastes para las caries, por lo que en cualquier caso, y aunque sea para poco tiempo, un plan de ayuda puede venir bien al paciente en su andadura por nuestra clínica.
MOTIVOS PARA TENER MIEDO AL DENTISTA
Las razones que hacen que aparezca el miedo al dentista son variadas, aunque si es cierto que se pueden englobar en grupos de razones, que solo con pensar en alguna de ellas, se comienza a generar un ansiedad difícil de controlar.
En algunos casos es el pensamiento sobre el dolor que el tratamiento dental va a ocasionar, lo que hace que la razón se descontrole y se comience a padecer lo que se llama un ataque de ansiedad con sudoración de manos, mareos, vértigos, y demás síntomas que deben ser encauzados y terminarán por desaparecer poco a poco, al comenzar a tener un pensamiento racional sobre lo que supone estar tumbado en un sillón de odontología.
También es posible que pensar en los pinchazos de la anestesia genere cierta desazón en el paciente, así como la postura que se debe adoptar con la boca abierta de manera indefinida en el tiempo hasta que el dentista termine su trabajo, o la sola idea de que se le van a introducir muchas herramientas en la boca.
Nuestros pacientes tienen a su disposición la «Sedación Consciente» para que puedan afrontar sus tratamientos evitando ese mal rato que les resulta imposible sobrellevar. Ese tipo de sedación es administrada por nuestra médico anestesista la Dra. Paula Arrate.
En cualquier caso, esa incertidumbre general que los pacientes sienten, hace que los tratamientos dentales sean imposibles de realizar, por lo que merece la pena pararse a pensar qué se consigue si se siguen unas sencillas indicaciones que a continuación exponemos.
QUE HACER ANTES DE IR AL ODONTOLOGO
En primer lugar, es muy importante identificar el motivo por el que el miedo se genera, de forma que se les pueda prestar atenciones, analizarlas y adaptarse quizás, a una nueva forma de ir al dentista.
Una vez que se sabe porqué se tiene miedo al dentista, puede ser reforzante visitar el lugar antes de la cita, ver que los pacientes que se están tratando en esos momentos salen tranquilos y sonrientes de nuestras consultas, así como solicitar información sobre el tratamiento que se le va a ejecutar a ese paciente, y todo tipo de información relacionada con la clínica dental.
Decir el problema abiertamente a su odontólogo de mayor confianza también ayuda a sentir menos miedo en el asunto, así como someterse a una preparación mental anterior ala cita, y pedir cita de manera presencial para darse menos opciones de echarse atrás.
Ir acompañado también refuerza la idea de que el miedo al dentista se trata de un miedo irracional, al mismo tiempo que hace de distracción mientras se espera a ser atendido.
COMO ACTUAR EN LA CONSULTA DEL DENTISTA
En el momento de entrar a la consulta, conviene hablar con el especialista que le vaya a atender, y comentar su miedo, de forma natural y sencilla es la mejor manera, para que el dentista vea que no se trata de un capricho, sino de una realidad que debe ser reconducida para no tener mayores problemas.
Mientras dure el tiempo de espera a entrar con el dentista, lo mejor es distraerse con la compañía que se tenga, leyendo una revista o pensando en otras cosas, con el objetivo de no alimentar un miedo que no tiene fundamento alguno.
También de manera directa al odontólogo conviene contarle los miedos que se tienen, ya que será el primer interesado en que la visita resulte exitosa, el sabrá como tranquilizar al paciente, bien explicando lo que va haciendo, o dándole pausas al paciente para que respire hondo y siga relajado.
Poco a poco será mucho más llevadero el hecho de ir al dentista, el paciente se irá sintiendo más cómodo cada vez, y los tratamientos que haya que realizarle se harán con plena garantía de éxito por su excelente colaboración con los mismos.
Dejar de tener miedo al dentista es un proceso de aprendizaje y relajación, por lo que si se deja aconsejar por los expertos en el tema, todo irá fenomenal en la consulta del odontólogo. Para más información, solo tiene que pinchar aquí.
