Los dientes o piezas dentales son los huesos más duros en el cuerpo humano, una boca adulta normal tiene 32 dientes, a excepción de las muelas cordales. Los dientes son indispensables para masticar y para hablar de forma clara y correcta.
Una dentadura cuidada y sana, es un tesoro que convendrá conservar durante toda la vida. En este sentido, desde Clínica Inboca de Alicante pensamos que conocer la estructura de los dientes y sus partes, es beneficioso para entender la importancia de cuidarlos bien siempre.
Partes y capas de los dientes
- Esmalte: la parte exterior blanca más dura del diente. El esmalte está compuesto por un mineral llamado fosfato de calcio, que es bastante duro.
- Dentina: es la capa que se encuentra debajo del esmalte. Es un tejido duro que contiene tubos microscópicos. Cuando se daña el esmalte, el calor o el frío pueden ingresar al diente a través de estos caminos y causar sensibilidad o dolor.
- Pulpa: se encuentra por debajo de la dentina y es la sección más suave del diente, porque aquí es donde se alojan los vasos sanguíneos y los nervios.
- Cemento: esta capa une firmemente la raíz de la pieza dental a las encías y la mandíbula.
- Ligamento periodontal: es un tejido que ayuda a que los dientes estén firmemente adheridos a la mandíbula.
¿Cuántas piezas dentales tienes?
- 8 incisivos: los dientes frontales en las mandíbulas superior e inferior que se encuentran en el medio de la boca. Son los primeros que se ven al hablar y sonreír.
- 4 caninos o colmillos: son los dientes puntiagudos ubicados después de los incisivos.
- 8 premolares: repartidos entre las mandíbulas superior e inferior, son los que se encuentran entre los caninos y los molares
- 8 molares o muelas: son las piezas dentales de tope plano que se ubican en el fondo de la boca.
- 4 muelas del juicio: son los últimos en salir, cerca de la mayoría de edad. No es raro que estas piezas se extraigan con cirugía si el paciente no tiene espacio suficiente en la boca para ellas.
Implicaciones de un cuidado incorrecto de los dientes
A medida que los rituales diarios de cuidar las piezas dentales se instauran desde la infancia, se deben conservar para evitar las caries o el mal aliento, y para tener una sonrisa limpia y brillante de forma permanente.
Sin embargo, una cuarta parte de los adultos no se cepillan lo recomendado, dos veces al día, y uno de cada 10 se olvida regularmente de cepillarse. Dolorosas visitas al dentista y la pérdida de dientes son las consecuencias obvias. Pero, ¿qué pasa con las enfermedades del corazón, la diabetes o el cáncer?
La idea de que las bacterias o los productos químicos inflamatorios liberados por las células inmunitarias en las encías pueden ingresar al torrente sanguíneo e influir en el comportamiento de otros tejidos u órganos se conoce como la conexión boca-cuerpo.
La boca no está desconectada del resto del cuerpo y aunque es demasiado pronto para decir con seguridad que la enfermedad de las encías causa otras enfermedades más graves, las personas no deben subestimar lo que el cuerpo siente cuando se descuida la boca.
Algunos problemas más comunes en los dientes
- Placa
Es una sustancia blanquecina que se deposita sobre la superficie de los dientes y las encías que está conformada por saliva, azúcares de los alimentos, y bacterias. Estas bacterias digieren los azúcares y segregan toxinas que lesionan las encías y el esmalte de los dientes que pueden causar caries y gingivitis. Si se llega a acumular y calcificar, puede producir sarro.
La placa bacteriana puede ser eliminada fácilmente gracias a un cepillado frecuente que siga la técnica correcta.
- Caries
Se trata de una lesión del esmalte de los dientes que es causada por las bacterias de la placa bacteriana. Si no se trata a tiempo, puede llegar a lesionar las capas más profundas e incluso ocasionar la pérdida de la pieza dental.
La mayoría de las caries ocurren en los molares y premolares porque es más difícil lograr un cepillado correcto de estas piezas.
- Sarro
El sarro o tártaro es una acumulación de placa bacteriana que, al mezclarse con minerales como el calcio y el fósforo, se deposita en la parte inferior de la pieza dental y se hace más dura.
Cuando el sarro o tártaro aparece, para ser eliminado correctamente se necesita de la intervención de un odontólogo cualificado.
- Gingivitis
Es una inflamación de las encías causada por una gran presencia de sarro y placa bacteriana. Por lo general, esta inflamación viene acompañada también de sangrado de las encías. Si no es tratada de la forma adecuada, puede causar periodontitis.
- Periodontitis
Es una inflamación, causada por una infección del periodonto, es decir, los tejidos que rodean al diente, lo unen a la mandíbula y lo mantienen firme. Esta infección puede llegar a causar pérdida de las piezas dentales.
No es ningún secreto que un enfoque poco sistemático de la atención de tus piezas dentales conduce a empastes y enfermedades de las encías, pero la evidencia más reciente sugiere que también podría causar diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer.
Por todo esto, pensamos como expertos en la dentición infantil y los cuidados dentales adultos, que unos dientes con una buena higiene y cuidados, serán una garantía de salud dental en el futuro.