Según indica la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), la ortodoncia es la especialidad odontológica que “estudia, previene y corrige las alteraciones del desarrollo, las formas de las arcadas dentarias y la posición de los maxilares, con el objeto de restablecer el equilibrio morfológico y funcional de la boca y de la cara, mejorando también la estética facial”.
Hoy en día, el campo de actuación de la ortodoncia se ha ampliado, atendiendo también a los problemas relacionados con malas posiciones de los dientes y de los maxilares.
En suma, la ortodoncia es más que el concepto tradicional de “mover dientes”, ya que el tipo de problemas que enfrenta se refieren a la corrección de las posibles alteraciones de los maxilares, de la cara y a los trastornos funcionales de la masticación.
En general, la ortodoncia se divide en Ortodoncia Preventiva, Ortodoncia Interceptiva y Ortodoncia Correctiva, y en la Clínica Inboca estamos concienciados con todo lo que la ortodoncia conlleva.
Ortodoncia Preventiva
Como su nombre lo indica, esta rama de la ortodoncia suele aplicarse a una edad muy temprana. Se ocupa de prevenir de manera precoz, los problemas que se puedan presentar.
Con una observación adecuada por parte del odontólogo, se podrán identificar la aparición de señales que indiquen de la aparición de posibles problemas si no se tratan a tiempo.
Es decir, que el ortodoncista será capaz de actuar para evitar la posterior aparición de dichos problemas.
En un estadio temprano, hay problemas dentales que resultarán fáciles de corregir. Sin embargo, esos mismos problemas, si se les deja evolucionar, causarán molestias a largo plazo. Incluso pueden alterar el desarrollo normal de la dentadura.
Ortodoncia Interceptiva
La ortodoncia interceptiva se usa cuando ya existe una mala posición o hábito que se ha establecido. Generalmente, se inicia y también se culmina durante la etapa de la dentición temporal o mixta, es decir, se aplica con mucha frecuencia ante la existencia de hábitos, como chuparse el pulgar, que han logrado la mala oclusión de la dentadura, y al consecuente intervención del servicio de ortodoncia de la clínica dental.
Ortodoncia Correctiva
Señala la SEDO que los tratamientos de ortodoncia correctiva se realizan cuando no ha sido posible la realización de un tratamiento interceptivo, o bien este tratamiento no ha resultado suficiente para corregir el problema.
De esta manera, los tratamientos de ortodoncia correctiva van enfocados principalmente a corregir la mala oclusión de los dientes que ya están consolidadas. En este tipo de tratamientos, se usan generalmente tres tipos de aparatos: aparatos funcionales, aparatos removibles y aparatos fijos.
En líneas generales, se aconseja que los tratamientos se comiencen entre los diez y los doce años de edad. Su duración suele ser desde el año hasta los tres años, y se estima que podría completarse una vez que la dentición permanente ha finalizado, exceptuando las muelas del juicio, que suelen aparecer mucho más tarde.
Sin embargo, cabe acotar que aún cuando la edad ideal para iniciar un tratamiento correctivo es en los inicios de la adolescencia, eso no significa que no pueda realizarse un tratamiento de este tipo mucho más adelante. Eso sí, hay que saber que los objetivos y los resultados del tratamiento cambiarán de acuerdo a la edad del paciente.
Tipos de aparatos
Los aparatos usados en los tratamientos de ortodoncia correctiva pueden ser funcionales, removibles y fijos.
Los aparatos funcionales, como su nombre lo indica, realizan modificaciones funcionales que luego darán lugar a cambios en la estructura de la zona bucal. La presencia de aparatos de este tipo es capaz de modificar el funcionamiento del sistema sobre el que están diseñados para actuar.
Por ejemplo, un aparato de este tipo modificará la dirección e intensidad de las fuerzas musculares, provocando desplazamientos dentarios o maxilares y llevándolos a la posición adecuada. La época más recomendable para la utilización de este tipo de aparatos es durante la dentición temporal o mixta.
En cuanto a los aparatos removibles, el mismo paciente los podrá quitar para lavarlos, pero su posición regular va sujeta a las piezas dentales. Con ellos se aplican presiones sobre los dientes que se necesitan desplazar. Pueden ser resortes, arcos y tornillos.
Son útiles para la expansión de los maxilares y para la corrección de las llamadas “mordidas cruzadas”.
Finalmente, los aparatos fijos son considerados según la SEDO como “la primera división” en cuanto a aparatología de ortodoncia. Pueden realizar movimientos de enderezamiento, torsión, rotaciones y demás.
Su aplicación exige una rigurosa técnica, mediante la aplicación de bandas y brackets sobre las piezas dentarias de acuerdo al plan trazado para lograr las correcciones requeridas.
En resumen, en la Clínica Inboca contamos con especialistas en ortodoncia que sin lugar a dudas, ayudarán a los pacientes a sentirse cubiertos en todos aquellos problemas relacionados con la ortodoncia más eficaz.